Euphorbia briquetii


Lechinterna de Puerto Lumbreras

Emb. & Maire

Sinonimia

Euphorbia  megalatlantica subsp. briquetii (Emb. & Maire) Losa & Vindt.


Descripción

Perenne. Tallos de hasta 0,5 m de longitud, leñosos, generalmente robustos, glabros. Hojas de hasta 55-60 mm de longitud, linear-lanceoladas, las inferiores lineares. Pleocasio aparentemente doble, el terminal separado por un entrenudo de hasta 40-45 mm de longitud, brácteas del pleocasio ovadas. Ciatio de hasta 2,5 mm, glabro o ligeramente pubescente, nectarios amarillentos o rojizos, semicirculares, apéndices gruesos, claviformes. Fruto en cápsula esquizocárpica, subgloboso, glabro, con pedicelo de hasta 2 mm de longitud. Semillas elipsoideas, de hasta 2,5 mm, longitudinalmente ruguladas, pardo-grisáceas, carúncula terminal, cónica.


Ecología

Habita en taludes de campos baldíos, matorrales nitrificados, ramblas y en sotobosque de carrascales, generalmente en suelos alterados, dentro de los pisos termo-mesomediterráneo con ombrótipo semiárido-seco Vive junto a Anthyllis cytisoides, Ferula communis, Lavandula stoechas, Quercus rotundifolia, Teucrium compactum, Thymus baeticus, etc.


Distribución

Iberoafricanismo del que se conocen dos núcleos de distribución, uno en el Rif oriental (Marruecos) y otro en la zona limítrofe entre Almería y Murcia. En la Región de Murcia se distribuye en el cuadrante suroccidental, desde las inmediaciones de Lorca hasta Puerto Lumbreras, en el límite con la provincia de Almería (Cabezo de la Jara, Rambla de Nogalte, Rambla de Vilerda, etc.) y Águilas (Sierra de Enmedio).

Distribución conocida de Euphorbia briquetii en la Región de Murcia


Conservación

A pesar de vivir en ambientes relativamente alterados, ha desaparecido de numerosos lugares donde se han sustituido los cultivos tradicionales por cultivos intensivos, especialmente en las inmediaciones de la autovía de Almería. Las poblaciones presentes en las ramblas también se ven muy alteradas por el sobrepastoreo, extracción de arenas y por la remodelación de los cauces. Sólo las poblaciones de la zona del carrascal del Cabezo de la Jara no parecen presentar recesión. Este último enclave está incluso en zona LIC y presenta un buen número de especies de interés que justifican la creación de una microrreserva.


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